Este proyecto puede cambiar la idea y demostrar que la inmigración y la integración social no es un problema social sino una solución al fenómeno migratorio y socio laboral.
Es mejor que al inmigrante lo estén esperando a que llegue solo
• Desde Sevilla pondremos en marcha un proyecto de integración con alcance nacional.
• Este proyecto pretende facilitar los medios para que una persona o una familia marginada pueda integrarse y formen parte de una sociedad como un ciudadano mas, el objetivo es llegar a pueblos con baja densidad poblacional y lograr que la integración sea una necesidad y no un problema.
• Esto pretendemos lograrlo a través de ofertas de empleo o autoempleo que demanden esos pueblos y para ello queremos contar con la participación de las parroquias, sacerdotes y autoridades de esos pueblos como vínculo.
• Ante una realidad como es la densidad de población y la ausencia de una salida para el colectivo inmigrante regularizado o indocumentado y familias marginadas, existe evidentemente una reacción de autodefensa como son las leyes de expulsión o las leyes restrictivas o las modificaciones en la ley de extranjería debido a una realidad como son los números de desocupación.
• Evidentemente ninguno está preparado para recibir en nuestra casa a veinte personas y si nos ponemos un momento en esta situación entenderemos la reacción de la gente que cree que hay que tomar medidas contra la inmigración.
• Debemos intentar buscar una alternativa que permita cambiar la visión del problema y debemos creer que la integración de estas familias marginadas pueden aportar mucho y demostrar que la inmigración es un fenómeno de equilibrio social que permite mantener una población activa, no es menos cierto que todos los pueblos del mundo en algún momento de su historia fueron emigrantes.
• Existen pueblos en España que debido a una densidad de población muy baja y un promedio de edad muy alto tienden a desaparecer en un periodo no mayor a 20 años y eso sí que es una realidad tan evidente como la anterior y ese es el lugar que tienen los inmigrantes documentados e indocumentados.
• El proyecto se coordinará desde Sevilla.
• Crear un grupo de trabajo de tres o mas personas que se dediquen a visitar esos pueblos para analizar y poner en marcha este proyecto ya que contamos con la comunicación diaria entre todos los habitantes y las autoridades de esos pueblos ya que son vecinos y amigos en muchos casos.
• Por último conseguir los recursos para que ese grupo de trabajo tenga una continuidad y seguimiento que es la clave de este proyecto, evidentemente tenemos que formar un equipo que trabaje únicamente en este proyecto de forma continua y permanente, formado por un coordinador, un asistente social y uno o dos auxiliares.
• Hay otro elemento complementario que es un eslabón fundamental en este anteproyecto que son los créditos para micro emprendimientos que permite que una persona pueda integrarse dentro de una comunidad mediante un proyecto propio. Si tenemos en cuenta las necesidades que pueda llegar a tener un pueblo como puede ser una persona para cuidar enfermos, peluquero, fontanero, una tienda de alimentos, un pequeño taller de reparaciones en general o simplemente una familia que quiera trabajar y atender una finca o un pequeño huerto que le permita al dueño generar un pequeño ingreso y a una familia desarrollarse dentro de ese pueblo; un abanico de posibilidades que se deben analizar en cada caso y en cada pueblo, todos estos microemprendimientos productivos como podrían ser cultivos ecológicos se podrían comercializar atravez de grandes superficies que se encuentren dentro del territorio comarcal o provincial.
• Se deberán tener en cuenta los tipos de microemprendimientos ya que es fundamental a la hora de radicarce definitivamente en estos pueblos por lo menos por dos años para que no perjudique al proyecto y se puedan establecer, es importante lograr la inserción familiar para que la contención sea efectiva.
• Debemos elaborar un banco de datos familias que estén en riesgo de exclusión social e indocumentados que tengan algún tipo de oficio o estén en algún curso de formación.
Con estos datos es posible determinar las personas que se puedan re-insertar dentro de un pueblo eso puede incluir un porcentaje de indocumentados y de esta manera comenzamos a cambiar la idea y crear una necesidad.
Este proyecto puede cambiar la idea y demostrar que la inmigración y la integración social no es un problema social sino una solución al fenómeno migratorio.
ESTADISTICAS
El Valle de Bedoya
• Haciendo una pequeña comparativa de los diez últimos años (1.996-2.006), se puede ver el fuerte descenso de población. De 209 habitantes en el año 1.996, se pasó a 171 en el 2.006, lo que significa 38 personas menos. En cuanto a la media de edad pasó de los 51,3 años de media a los 53,6. La diferencia no es muy grande, aunque en algunos pueblos no deja de ser significativa.
• Cobeña: En estos diez años hay una diferencia de 5 personas menos (de 19 se pasó a 14), a la vez que aumenta la media de edad pasando de los 44,6 años de media a los 51,4. No tiene a nadie con menos de 18 años, contando la persona más joven 25 años.
• Esanos: Gran descenso de población, pasando de los 61 habitantes a los 44 actuales (17 personas menos, que son muchas personas). La media de edad también aumentó de los 51,5 a los 58,4 actuales. Tiene cuatro personas con edad inferior a 18 años.
• Trillayo: Cinco habitantes menos que en 1.996 (de 30 se pasó a 25), con una media de edad de 61,1, lo que le supone ser el pueblo más viejo del valle. Tiene una sola persona con menos de 18 años.
• Pumareña: Es el único pueblo que mantiene los mismos habitantes (38) que hace 10 años , a la vez que se rebajó considerablemente la media de edad, pasando de los 61,4 a los 49,1 actuales. Tiene siete personas con menos de 18 años.
• Salarzón: En la actualidad hay siete personas menos que hace 10 años (de 35 se pasó a 28). La media de edad subió de los 40,1 a los 43,2; aún así, es el pueblo con la media de edad más baja. Cuatro personas aún no llegaron a los 18 años.
• San Pedro: Tiene cuatro habitantes menos que hace 10 años (de 26 se pasó a los 22 actuales) y la media de edad se rebajó hasta los 58 años y medio. Tiene dos personas con menos de 18 años.
Galicia
En la provincia de Lugo. Allí había a comienzos del pasado año un total de 527 núcleos en los que no residía nadie. Un año después son 549, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. No hay comarca luguesa que se libre de la pérdida de habitantes. Del sur -en Monforte se alcanzan los 18 núcleos sin habitantes-, al norte -Viveiro (28), Ourol, uno de los que más tiene (38), y Muras (37)-, pasando por el centro -31 en Palas de Reí y 23 en Friol, y por las zonas de montaña, como A Fonsagrada(18).
A Coruña, suma 512, dos más que hace un año. Sólo el concello de Ortigueira concentra 93 de los lugares despoblados de la provincia. Los otros dos municipios con un número más elevado de aldeas vacías están también en el norte. Los de As Pontes, con 72, y As Somozas, con 36. En Pontevedra se contabilizan otros 144 pueblos sin habitantes. De ellos, 23 están en los alrededores de la capital; 18 en Tomiño; 18 más en A Cañiza; 10 en As Neves; y 7 en A Estrada.
Ourense, donde se nota también con especial intensidad el envejecimiento, completa el mapa de la despoblación en Galicia con 115 núcleos en los que ya no vive nadie. El problema está muy repartido en toda la provincia. Afecta a más de la mitad de los concellos. En los que más Castro Caldelas, con 11 núcleos en los que, según el INE, no hay ningún vecino; en Montederramo, con 6; y en Nogueira de Ramuín, también con 6.
Aragón
• Teruel es la provincia que de los 236 municipios que tiene, 118 sufren el problema y 17 más se han mantenido con el mismo número de vecinos
• En Zaragoza, 150 de las 293 localidades perdieron o se quedaron igual en el padrón.
• En el campo de Belchite es otra de las comarcas de la provincia de Zaragoza que son consideradas desiertos demográficos. En este caso, son 5.200 habitantes que se distribuyen entre 15 localidades. De estos, Belchite aglutina 1.600 vecinos.
• De los 148 pueblos de menos de cien habitantes que hay en Aragón (un 20% del total), 91 han perdido vecinos. Esto supone que más de la mitad (un 61%) han visto reducir sus padrones.
Por provincias, en Zaragoza ocho de cada diez pueblos de menos del centenar de habitantes han perdido población. De los 74 municipios más pequeños de la provincia turolense, 47 tienen menos empadronados o no han crecido. De los 15 que hay en Huesca, nueve también han perdido habitantes.
En términos absolutos, casi la mitad de los pueblos de Aragón han perdido población de 2007 a 2008.
Alicante
• El Comtat es la que más sufre la pérdida de habitantes. Así, 15 de los 25 pueblo que la forman se ven afectados por la proyección negativa para dentro de tres años. El municipio más afectado será Famorca con un descenso en la población del 31 por ciento, al pasar de 54 personas en el pueblo a 37.
Entre las demás localidades como, Agres, Alcoleja, Almudaina, l'Alqueria d'Asnar, Balones, Benasau, Beniarrés, Benilloba, Benimassot, Quatreton- deta, Gorga, l'Orxa, Tollos y Facheca. Este último perderá el 23 por ciento del total de habitantes mientras que los demás no pasan del 20 por ciento menos.
• En l'Alcoià, Benifallim y Penàguila son los que reducirán su población en un 16 por ciento cada una, según las mismas fuentes. En la Marina Baixa, los pueblos afectados son Beniardà con 39 personas menos, Confrides con 70 personas menos de las 256 empadronadas en 2006, la Vall d'Alcalà con tres personas menos y Vall de Ebo con 29 habitantes menos. Por otra parte, en el Alt Vinalopó, en localidades como Beneixama y Camp de Mirra, habrá 64 habitantes menos y el mismo número en 2011 respectivamente, ya que son los municipios menos afectados en la provincia por el descenso de la población.
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